La aparente división que se ha dado entre las disciplinas como la psicología, la pedagogía, la sociología, la comunicación, la administración y la salud. Ha obstaculizado el camino para la comprensión de la mentalidad de las personas y su comportamiento en el trabajo.
Así mismo, en cada disciplina esta división ha generado enfoques que tratan de explicar cada uno de manera independiente, el cada vez mas amplio abanico de la naturaleza humana, los modelos psicológicos como el conductismo, el psicoanálisis, así como el humanismo, han caído en esta situación al pretender dar respuestas parciales a los motivadores esenciales del comportamiento, sin tener en cuenta modelos alternativos que dan respuestas integradas a esta compleja realidad.
La “organización teyloriana” del trabajo se instituyó sobre la base de la fragmentación de tareas, generando una serie de opciones dicotómicas como: salud/productividad, trabajo/bienestar, seguridad/calidad, comportamiento/condiciones ambientales, desarrollo tecnológico/desarrollo a escala humana; todas estas disciplinas y la atomización producto de la especialización condujeron a enfrentar los problemas aisladamente a pesar de ser casi todos de carácter multidisciplinario, el ámbito cada vez mas segmentado de las diferentes disciplinas ha impedido ver las vareadas interpretaciones que existen entre ellas, manteniendo una visión lineal y sesgada del mundo.
Históricamente se ha observado que solo cuando las organizaciones avanzan en el control técnico de la calidad y los peligros y riesgos en el trabajo se comienza a dirigir la atención hacia los comportamientos de las personas, lo cual ha producido de un enfoque reduccionista que ha enfatizado en las causas técnicas de los problemas tocando de forma superficial las causas humanas. La importancia que se le ha dado a los controles ambientales en el campo de la prevención o al desarrollo tecnológico en el área de la productividad ha hecho que el conocimiento y el buen desempeño se hayan desarrollado a pasos muy lentos o reducidos a simples estrategias de inducción, capacitación y entrenamiento.
La mayor parte de las empresas actuales siguen organizadas muy similares a las del siglo XVII con la idiotizante administración verticalista, supervisión estricta, desconfianza y poco espacio para la creatividad, estas condiciones psicosociales existen hoy en las empresas de diferentes tamaños y grados de desarrollo tecnológico.
Cuando se analiza dicho equilibrio con un enfoque interpretativo, es fácil pensar que los comportamientos están influenciados por condiciones externas donde se encuentran los factores políticos, tecnológicos, económicos, las formas de liderazgo y los valores imperantes de un contexto sociolaboral, y por condiciones internas (modelos mentales), que integran los motivos, valores, experiencias, conocimientos y actitudes de persona. Tanto unas como otras son determinantes en los procesos de cambio.
Para analizar las causas de los problemas en el trabajo e intervenir se requiere actuar desde diferentes puntos de vista para captar la compleja realidad psicosocial.
Continuara…
Ing. Miguel Ángel Miravete, Director General de Pricon
La publicación de cada tema del temario será quincenalmente